¿REDES SOCIALES O ASOCIALES? - ¿GENERACION IDIOTA?

Redes Sociales
Hace poco me extrañó mucho esta conversación entre una madre y su querida hija adolescente: “Hola, amor, ¿cómo estás?” “Bien mami”. “¿Cómo te fue en el colegio, te pusieron muchas tareas?” “Sí, mami”. “¿Quieres cenar ya con nosotros?” “No, mami; estoy pasada de peso, estoy gorda. ¿No te das cuenta?” “Perdón, hija. Bueno, hablamos más tarde”. Y la mamá le manda a su celular un corazón con un emoticón de abrazo y una figura de beso. ¿Y saben qué fue lo que más me extrañó de esta conversación? Que la hija estaba en la misma casa, encerrada en su cuarto, y la madre en la sala, comiendo, viendo televisión y chateando por computador.

Después de escuchar esta conversación, asombrado le pregunté a la mamá por qué se comunicaba con su hija por ese medio, a lo que me contestó que, si no lo hacía así, ella entonces prácticamente no le hablaba ni le contaba nada y que estaba preocupada porque cada vez estaban más alejadas.

Desde el nacimiento, hasta el momento de la muerte, el ser humano de una u otra manera siempre se está relacionando con los demás, a través de su familia, de sus amistades y de cada persona con la que entra en contacto. Por esta razón, actualmente están tan de moda las redes sociales y los sitios como Facebook, MySpace, Twitter, Google, Linkedin, Badoo, entre otros que llegan a tener más de 1500 millones de usuarios.

Para muchas personas de todas las edades pertenecer a estas redes sociales se volvió indispensable en su diario vivir porque sienten que les aportan muchos beneficios, como: formar parte de una comunidad con la que tienen gustos e intereses en común, hacer nuevas amistades, recuperar relaciones del pasado, compartir ideas, negocios, experiencias y conocimientos, entre muchos otros.

Pero lo que la mayoría no ha logrado percibir y entender es que si este tema de las redes sociales y los chats en los teléfonos no se maneja de manera balanceada y con conciencia, las repercusiones negativas que estamos viendo actualmente aumentarán de una manera salvaje y escalofriante, lo que se ha convertido en un problema sutil que abarca múltiples dimensiones.
Es muy frecuente hoy en día no hablar directamente con nuestros seres queridos, sino hacerlo por alguno de estos medios; o encontrar a grupos de adolescentes burlándose o haciéndoles la vida imposible a otros niños o jóvenes a través de Facebook; o descubrir matrimonios destrozados debido al uso malintencionado de ciertas personas, que traspasan la privacidad de los demás; o ver empresas que buscan estrategias para limitar el uso de emails y redes sociales o para monitorear la frecuencia de su uso, debido a que se están cometiendo demasiados errores por estar pendientes todo el tiempo de chatear.